PEDRO ARTURO ESTRADA, Colombia


DOMINGO

El domingo no es tiempo:
es un animal lento y peligroso,
aunque se vuelva gato, ave canora, perro
de ojos tristes.

Y mientras el sol se suicida
como un pájaro contra las ventanas,
la mujer mantiene la memoria,
vuelve a ordenar paciente
la casa de la costumbre.

Nadie tiene nada seguro
antes que marque la aguja
esa hora ciega de las calles
desiertas.

Porque vuelve a la noche
el blando sosiego de no ser
nada.



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